Hola a todos de
nuevo, el año pasado, por esos regalos que te da la vida, tuve la oportunidad
de trabajar el coaching a nivel grupal, para mi fue un mundo muy interesante
que presentaba una nueva forma de ver a
los equipos, grupos y sistemas.
Esa nueva visión
grupal, sistémica y organizacional, despertó mi curiosidad y así fue como salí
a la busca de formaciones, bibliografía y... ¿adivináis que encontré? El
sistema grupal más antiguo que se conoce es el familiar, y todos pertenecemos a
una familia por tanto a un sistema. Así que a todos nos afecta de una manera u
otra.
Como bien explica
Ovidio Peñalver en su libro Las emociones colectivas: “Todo sistema es más que la suma de sus
partes, tiene vida propia, al igual que las personas,
piensa, genera y gestiona información y datos, también 'quiere', declara la
voluntad de conseguir retos y objetivos, vive en un trasfondo emocional, que
facilita o dificulta sus resultados, por tanto, desarrolla determinadas pautas
de comportamiento para conseguir esos fines”.
La emocionalidad de un sistema libera o contrae de modo
determinante su talento y lo que es capaz de realizar
Pensar en las veces que hemos escuchado:
“esta familia que
suerte tiene, nunca les pasa nada, ganan dinero, tienen salud, se llevan
bien…”, para acabar con la muletilla: “no sé cómo lo hacen”. Y por otro lado
todo lo contrario: “Pobrecilla esa familia, que mala pata, no levantan cabeza,”
para acabar con una muletilla muy diferente: “que no nos toque a nosotros, por
favor”.
¿Qué creéis vosotros
que diferencia una familia de la otra? ¿Es cuestión de suerte? ¿Del entorno?
¿La cultura? ¿Recursos económicos? ¿O tal vez sea que el sistema familiar al
que pertenecen tenga habilidades, recursos, creencias, que les ayuda o les
limita a la hora de gestionar las situaciones que se van encontrando en la
vida?. La familia como sistema juega un papel
importante, no sólo en el proceso generador de la enfermedad si no en el
proceso de recuperación de ella.
Si tomamos la teoría
general de sistemas, se caracteriza al
sistema por un estado estable, dinámico, que permite un cambio constante,
mediante componentes de asimilación y desasimilación... La familia es un sistema abierto, por tanto en continua transformación.
Y dependerá mucho nuestra felicidad familiar de cómo nos adaptemos a esos
continuos cambios.
Cambios como por ejemplo:
-La llegada y la
crianza de los hijos
-Similitudes y
diferencias culturales a la hora de educar a nuestros hijos
-Nuestros mayores,
los abuelos y las yayas
-Cambios laborales,
cambios de residencia, cambios de escuela
-La llegada de la
juventud e independencia de los hijos
-Las parejas de los
hijos
-Los cambios de
nuestras parejas
-La muerte de un ser
querido
Y un largo etc. de
situaciones por el que un gran número de familias pasamos a lo largo y ancho de nuestras vidas.
En nuestro grupo familiar el comportamiento de cada miembro
está conectado con el de otros miembros de la familia y al equilibrio del
conjunto.
Por lo tanto sería
muy interesante que empezásemos a practicar el ver a nuestra familia como una
red de comunicaciones entrelazadas en la que todos los miembros influyen en la naturaleza de nuestro sistema a la vez
que todos nos vemos afectados por el
propio sistema.
Todos pertenecemos a diferentes sistemas, familiar, laboral,
amigos, aficiones. Pero hoy en nuestra actividad nos
centraremos en el familiar.
Ahora te propongo un
ejercicio de reflexión, tomate tú tiempo, para responder a las preguntas:
1- ¿En tu sistema
familiar te cuesta seguir las normas o costumbres?
2- ¿Cambiarías cosas
de él si pudieras?
3- ¿Puedes imaginar
a tu sistema familiar como “heredero” de costumbres, hábitos, o emociones de tus ancestros?
4- ¿Ocupas el lugar
adecuado en tu sistema?
Ahora pongámonos a
recordar algún momento de crisis o estrés por el que pasó tu sistema:
5- ¿Cómo reaccionó
ante esa situación?
6- ¿Hubo coherencia
entre los valores y las creencias que defiende tu sistema familiar con la
actuación realizada?
7- ¿Fueron pautas de
actuación eficientes?
8- ¿Cómo fue la
emocionalidad colectiva que se respiraba?
9- Para acabar, ¿Qué
rol juegas tú en tu sistema familiar?
Estas preguntas
invitan a la reflexión sobre el sistema al que pertenecemos, tus propias
respuestas te ayudaran a identificar las creencias, habilidades y recursos del
que cuenta tu sistema.
Mediante el coaching
familiar trabajamos por y para el equilibrio de los sistemas familiares,
teniendo siempre en cuenta la individualidad de sus miembros. En los procesos de coaching familiar ofrecemos a cada miembro
del sistema las herramientas necesarias para que encuentren su lugar en su
sistema familiar.
Me despido de todos
vosotros, una vez más gracias por dedicar vuestro tiempo a la lectura, tan sólo
desearos una muy feliz primavera a
todos.
Un abrazo.
Ester Fernández
www.realitycoaching.es
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